Comentario
La villa de Alcalá de Henares se remonta a los tiempos de los romanos, cuando en este mismo lugar fundaron una ciudad, llamada Complutum, aunque previamente su solar había estado ocupado por pueblos celtíberos. Del periodo romano se conservan aun magníficos monumentos, como la Casa de Hyppolitus, un colegio del siglo II.
La etapa bajoimperial viene definida por la presencia de dos santos mártires locales, Justo y Pastor, que sufrieron persecución durante el reinado de Diocleciano. Sobre su tumba se edifica, mucho tiempo después, la Santa Iglesia Magistral de los Santos Justo y Pastor, alrededor de la cual se organiza la Alcalá bajomedieval y moderna.
Tras el paso de los romanos, son los godos quienes ocupan su lugar en Complutum. No es mucha la huella que deja esta nueva invasión, si bien los siguientes pobladores, los árabes, ocuparán su lugar durante los próximos cinco siglos. La Alcalá árabe se organiza en torno a un castillo, población estratégicamente situada en un territorio de frontera.
En el año 1118 la ciudad es conquistada por el cristiano Bernardo de Sedirac, Arzobispo de Toledo, pasando a depender jurídica y eclesiásticamente de esta población, por decisión expresa de Alfonso VII. Situada aun en territorio fronterizo, se le dota de gruesas murallas y de un Palacio Arzobispal, residencia de los Arzobispos de Toledo en Alcalá, en el que tendrán lugar importantes acontecimientos, como la muerte del rey Juan I de Castilla o la entrevista de Colón con la reina Isabel la Católica para comentarle sus proyectos, allá por el año 1486.
Durante la Edad Media Alcalá de Henares tiene un papel principal en la historia peninsular. Por ella pasan personajes como Jiménez de Rada, Pedro Tenorio, Carrillo de Acuña, Fonseca, Tavera o Sandoval y Rojas. Además, la ciudad es visitada por los reyes castellanos, y en ella se elabora el conocido Ordenamiento de Alcalá, en el año 1348.
Pero, sin duda, tres son los personajes principales ligados a la historia de Alcalá. El primero de ellos es Juan Ruiz, arcipreste de Hita, nacido en Alcalá. El segundo es el cardenal Cisneros quien, en 1499, recibe del papa Alejandro VI las bulas necesarias para la creación de unos estudios universitarios, germen de su famosa Universidad. Por esta pasan personajes como Elio Antonio de Nebrija, Benito Arias Montano, Juan de Valdés o Diego López de Zúñiga, siendo, junto a la de Salamanca, el más prestigioso centro educativo de la época.
Y el tercer personaje ligado de manera indisoluble a la historia de Alcalá es Miguel de Cervantes, quien nació en esta localidad en 1547 y cuya casa-museo puede ser visitada hoy en día.
Además de los monumentos citados, merecen ser destacados otros como el Hospital de Nuestra Señora de la Misericordia o de Antezana, construcción de 1483, el convento de San Bernardo, de 1618, cuya fachada se atribuye a Juan Gómez de Mora, el oratorio de San Felipe Neri, o los numerosos edificios y dependencias de su Universidad, entre otras numerosas muestras del arte civil y religioso.